Hay un tipo de contenido que, como acostumbra a suceder en la web y las redes sociales, de la nada se ha hecho omnipresente de un tiempo a esta parte, gracias a las posibilidades que ofrece de mostrar información de una forma sintética, y atractiva gracias a un diseño simpático y sugestivo, cualidades que lo hacen perfecto para el medio internet, más apropiado para lecturas cortas y rápidas que para textos largos.
Como habréis podido adivinar, estamos hablando de la infografía. ¿Cómo definirla? Podríamos decir que se trata de representaciones gráficas, de carácter visual de información, datos o cualquier tipo de conocimiento. El secreto de las infografías está en conseguir esquematizar temas de mayor o menor complejidad y exponerlos de una forma clara, rápida, y a poder ser sencilla con un apoyo gráfico que además incrementa su interés y su atractivo.
La infografía ha hecho posible que conceptos más bien complicados, del campo de la estadística, la sociología, las matemáticas o las ciencias hayan podido ser expuestos al público general, eso si, gracias a cierta simplificación de sus contenidos para hacerlos más didácticos.
Distintos tipos de infografía
Aunque en realidad las barreras entre ellos no sean claras de trazar, los expertos distinguen entre, básicamente, tres tipos de gráficos informativos:
Gráficos de visualización de datos
Los gráficos de visualización de datos surgen de la necesidad de hacer comprensible una información que se compone de un rango abundante de distintos datos, a menudo numéricos, que forman parte de un mismo concepto. En este caso el gráfico persigue encontrar la forma de mostrar esos datos de forma comparativa de manera que reflejen tendencias o comparaciones entre ellos. Los componentes gráficos son los que facilitan la comparación entre datos haciéndolos accesibles a un público más numeroso y menos especializado.
Diseño gráfico visual
Lo que se conoce como diseño de la información o diseño informativo es una categoría que apenas se diferencia de la anterior, si acaso en su formato, que suele ser más del tipo esquemático, representando gráficos de flujo, líneas temporales o diagramas organizacionales.
Este tipo de infografía suele ser utilizada para describir procesos complejos de una manera más asequible, es por eso que en estos casos, el texto es relegado a una función secundaria, detrás de la línea de tiempo, la estructura del agrama o las flechas del esquema. El contenido de estas piezas suele ser la descripción de una cronología, un proceso productivo o una jerarquía organizativa
Infografías editoriales
Por último tenemos lo que se conoce como infografía editorial, que es la que más está proliferando en Internet, gracias a que su atractivo la ha convertido en un elemento con una alta capacidad de viralidad en redes sociales.
Aunque este tipo de infografía ha estado siempre presente en los medios impresos, las tecnologías digitales han aumentado las posibilidades de visuales de este tipo de contenido, un factor clave para su proliferación. Los medios han encontrado en las infografías un filón para hacer más atractivos sus contenidos y enganchar así a un público más numeroso.
Este tipo de contenidos, también conocidos como “Charticles”, que puede ser traducido como “Grafi-Artículos”, son de naturaleza variada, debajo de este formato encontraremos todas las tonalidades, desde artículos estrictamente informativos hasta opinión o piezas puramente publicitarias. Lo que tienen todas ellas en común es la interacción de diseño y comunicación. Una gráfica sugerente y atractiva y un objetivo de simplificación conceptual para hacer más atractivo el mensaje.
